POGGI , la verdad del caso / Jorge Salazar

Para Moonbeam Sarah Robin Lucas, mi mujer, que vino de inglaterra buscando el sol del Perú, y se quedó a mi lado, chapoteando, en el fango...


CONFESIÓN DE PARTE

Un libro, dicen, es la extensión de la memoria y la imaginación. ¿Qué son entonces las palabras y las fotografías amontonadas en este libro que tú, amable lector, abres? Nada, en verdad, nada. Pero si lo lees y observas las fotografías te podrías dar cuenta que este es un volumen cargado de pasado y, desgraciadamente, de presente.
El domingo 9 de febrero de 1986, no se me aparecía como nada especial. El trabajo del periodista es efímero, pese a todo el esfuerzo que podamos poner en conseguir la noticia o llegar a ella, sabemos los que transitamos por este oficio, que lo que escribamos en la revista o en el periódico, pasará, así de simple, al olvido. A veces nos jugamos la vida en el empeño de llevar novedades o nos armamos de coraje, como los compañeros de CARETAS, y buscan que llegar allí donde los demás no llegan. Y más coraje para escribir lo que algunos no quieren leer. Satisfacciones y tristezas, pero ambos: el dolor y el placer, lánguidos. Duran un número.
Así, ese domingo 9 de febrero, luego de descansar en mi departamento de Santa Beatriz, me apresté a asistir a una función de cine, “Fuerza Siniestra”, era el título de la obra dirigida por Tobe Hooper. Mi colega y amigo, el crítico cinematográfico de CARETAS, Isaac León Frías, me había recomendado el film, no tanto – según recuerdo – por sus virtudes cinematográficas, sino como un palpable ejemplo de cómo las necesidades de horror y sangre de las mayorías del planeta estaban salvando a la industria del celuloide de lo que podría ser una precaria existencia. Viejos mitos como el de Drácula, Frankestein y los ladrones ingleses de cadáveres, mezclados con los “efectos especiales” contemporáneos llenaban las plateas, cumplían una función casi terapéutica y producían cuantiosas ganancias.
Llegué al cine, saqué mi entrada y saboreando un caramelo de menta me instalé en una butaca dispuesto a resistir con la menor cantidad de gestos esa mezcla de horror y ciencia-ficción. Uno ya está curtido.
Del gabinete mágico surgían monstruos absurdos y disparatados, vidas infrahumanas sirviendo de carne experimental para un rústico registro de individuos anodinos y vulgares que ejercían su manipulación en nombre dela ciencia de no sé qué planeta. Otro caramelo de menta y a seguir viendo la película, sin ninguna idea de que a escasos metros de la sala donde me encontraba, un psicólogo, Mario Poggi Estremadoyro estrangulaba a un hombre barbado y de modales finos: Ángel Díaz Balbín.

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Ángel Díaz Balbín se puso de pie para escuchar la sentencia, por un instante vió nuevamente a su tía Genoveva sobre la cama. La cuchillada le había penetrado por entre dos costillas y llegado directo al corazón, lo único que le molesta de todo esto son los fogonazos de las cámaras de los fotógrafos. Malditos sean.

Purgó cárcel por el asesinato de su tía Genoveva y de sus dos primos pero la policía no sabía si incluirle el asesinato de la ciudadana italiana Barzotti, años después se sabría que todo, absolutamente todo, era tan sólo el principio.

***Hay que agregar que ángel Díaz Balbín no había conocido a su padre y que su tía Genoveva nunca le dijo sobre su paradero, motivo por el cual Balbín decide obtener cursos para detectives y así poder ubicar a su padre, se compró un portafolios en donde guardaba un cuchillo y una pistola de juguete***.


YO ESTOY PREPARADO PARA SER PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

¿Cuáles son sus motivaciones principales para postular para alcalde miraflorino?
Primeramente, yo creo que estoy preparado y en condiciones de poder trabajar para la comunidad miraflorina.
¿Cuál es su plan de acción?
Es muy sencillo, por ejemplo viene usted y me dice que tiene problemas porque ha puesto su “boutique” y los trámites documentarios son sumamente engorrosos. Como alcalde yo eliminaría esos pasos burocráticos e incluso, no pediría documentos ni tributaciones hasta que la “boutique” esté en funcionamiento y usted esté obteniendo ganancias.
Como artista: ¿usted prestará mayor importancia al ornato de Miraflores?
Por supuesto.
¿Y el problema de la drogadicción?
Como psicólogos mi esposa y yo hemos trabajado mucho en el problema de la drogadicción.
¿Cuál es su posición dentro del espectro político?
Lo importante no es andar definiéndose políticamente sino, trabajar. Tal vez en un futuro, cuando mi objetivo político sea la presidencia de la república, yo tenga que crear mi propia doctrina e implantar un criterio político.
¿O sea que usted piensa lanzarse el 85?
¿Por qué no? Yo soy licenciado en ciencias políticas en Bélgica y eso es algo que no todos los políticos ostentan.
¿Usted confía en su triunfo?
Yo soy un hombre de éxito. He logrado todo lo que me he propuesto.
Su fuerte no es la modestia…
¿Por qué se tiene que ser modesto? Yo estoy preparado para ser Presidente de la República. ¿Por qué no debo decirlo?

MARIO POGGI ESTREMADOYRO.
Candidato a Alcalde de Miraflores





“Y con el acto de matar algunos se redimen del odio que guardan dentro de sí”


¿En qué consiste la exploración de la mente humana? Ninguna mente puede ser ajustada a una categoría clínicamente definida. Entonces ¿qué hacía Marió Poggi en esa apartada celda de la división de homicidios manteniendo un diálogo (duelo) en medio de diágramas, dibujos, recortes, tests psicológicos con un ser que no hacía ningún eco frente a las voces que escuchaba?
Dar una respuesta a esta pregunta aparece como una tentación irresistible, pero ¿no sería mejor compartir este interrogatorio sin hacer comentarios?



“EL JUICIO DE DIOS”

¿Eres tú Ángel Díaz Balbín?
- Sí , señor.
¿Qué edad tienes?
- Treinta años.
¿Eres feliz?
- Sí, creo que sí.
¿Qué hace tu Papá?
- Hace lanchas, señor.
¡Ah! Hace lanchas, ¿bonitas?
- Sí, bueno, depende…
Pero tú cortabas la madera para hacer las lanchas ¿no?
- No, no señor, el que corta es mi Papá.
¿El solito?
- Bueno, le ayudan mis hermanos.
¿Tienes hermanos? ¿Qué edad tienen?
- Tengo tres: César de 29; Pedro de 27; y Julián de 23.
Pero tú también cortabas madera.
- No señor, yo nunca me he dedicado a eso.
¿No querías irte a Pisco para dedicarte a eso?
-No, yo quiero ir a administrar.
Pero si se ha investigado y se sabe que tú cortabas la madera…
- No señor, ya le digo que mis hermanos son los carpinteros.
¿Cuánto tiempo has estado preso?
- Nueve años, señor.
¿Y qué te parece la cárcel?
- Un lugar horrible, no es mi mundo.
¿Y por qué fuiste a la cárcel?
-Por un delito, homicidio.
¿Y te pareció justo el castigo?
-No señor, ellos se equivocaron…
¿Y qué les harías a esos que te mandaron a la cárcel?
- Eso ya pasó. No les haría nada, señor. Soy cristiano.
¿Qué piensas de Dios?
-Pensar en Dios me parece muy interesante.
¿Pero tú crees en Dios?
-Sí señor, a mi manera.
¿Piensas en la muerte?
A veces, no mucho.
¿Son felices los que se mueren?
Yo no sé si son felices.
¿Tú has querido a tu Papá?
-Sí, señor.
Entonces, ¿Por qué no te ha querido tu padre?
- Lo ignoro.
Yo te lo voy a decir: Porque eres malo.
-¿Malo?¿yo?
Mira, ¿qué tienes en la frente?
- Una cicatriz…
¿Cómo te la hiciste?
- Me la hizo un perro, cuando era chico. Yo estaba correteando a un perro, creo que tenía cuatro años, cinco… al final el perro me correteó y me hizo esto.
Los niños no corretean a los perros, ya eras malo…
- ¿Por qué un niño no puede corretear a un perro, señor?
Porque eres malo y los niños malos corretean a los perros ¿lo sabías?
- No, no lo sabía.
Pero es así. Y tú ¿has sido un niño malo, perverso?
- Yo un niño perverso?
Así es, y como no recuerdas, yo te lo voy a decir: eras un niño malo, y ahora de grande, eres terriblemente cruel. Te has convertido en un asesino, un homicida.
- Disculpe señor: ¿Me está usted tratando por el delito anterior? Yo ya pagué por eso, señor.
Por todos los delitos que vas a cometer.
-¿O sea que voy a cometer un delito?
Exacto. Estás condenado, pero hay algunas salidas...


¡ERES BRUTO!

¿Cuál es tu grado de instrucción?
- Segundo de secundaria.
¿Has querido a tu Mamá?
- Sí señor, y ella también me quería.
¿Te visitaba en la cárcel?
- Sí señor, pero se murió estando yo preso. Todas las semanas la visito en el cementerio.
¿Qué colores no te gustan?
- No he pensado, todos me gustan.
¿El color rojo te fastidia?
- ¿Por qué? No.
¿Cómo te diviertes?¿Te gusta tomar?
- No soy abstemio, pero tomo muy poco.
¿Tienes novia?¿Te gustan las mujeres?
- Sí, me gustan, pero yo no he tenido tiempo...
¿Qué hacías antes de entrar a la cárcel?
- Vendía loza, señor.
¿Qué clase de persona eres?¿Cómo te definirías?
- Creo que soy buena persona, comprensiva; soy pacífico. Me definiría como buena gente.
¿Y la gente que mataste, tu tía y tus primos?¿Buena gente?
- Pero señor, eso ya pasó, además he pagado... Estos dos meses los he pasado buscando mis papeles para estabilizarme...
¡Has salido para matar!
-¡Ay señor! Yo he salido con objetivos concretos: tranajar, vivir normal.
¿Te sientes normal?
- Sí.
¿Y lo que hiciste?
- Bueno, eso sucedió hace tantos años.
Sí, pero los mataste.
- Yo tengo mis dudas señor...
¿Tú, quieres a alguien?
- Sí señor, a mis hermanos. Tengo amigos.
¿Sabes que no eres inteligente?
- Sí, sé que no soy inteligente.
¡Eres bruto!
- Algo debo de ser...
Ahora vas a dibujar algunas cosas, personas, dibuja un hombre...

















¿Por qué no le pusiste brazos o piernas?
- No se me ocurrió.
***Aquí Poggi entra en trances de casi desesperación y alarga su brazo hacia Díaz Balbín, casi gritando habla:***
¡Toca! ¡Toca mi brazo...! con las dos manos, así... ahora dime: ¿Qué sientes?
- Nada: ¿Qué voy a sentir?
¿No te provoca matarme, descuartizarme?
- ¡Oiga: usted me está tomando por el descuartizador!
¿Crees...?
- pero también creo que usted está jugando conmigo...
Yo solamente quiero que digas la verdad, ¿Así que eres inocente...?
- No soy inocente, pero las cosas no se esclarecieron...
Bueno, vamos a hacer otro experimento, espera.


ORTOGRAFÍA Y VIOLENCIA

(Ése "otro experimento" que señala Poggi, consiste en obligar a desnudarse completamente a Díaz Balbín y con la ayuda de cuatro policías PIP llevarlo a la calle, es muy difícil entender lo que deseaba lograr a través de este "experimento" que el propio psicólogo anotó en su diario personal.
Las lecturas de estas líneas, copiadas textualmente, es decir, con inclusión de sus fallos ortográficos, puede dar algunas luces más que sobre Ángel Díaz Balbín, sobre su examinador, Mario Poggi)

"Cuando lo saque calato a la calle Inca Garcilaso de la Vega, luchaba por su pudor con la fuerza de un elefante voto por tierra a mí, y a 4 PIP más con su brazo con el fin de no salir a la calle calato er desproporcionado pavor a su pudor"

(Uno de los más eminentes psicoanalistas norteamericanos, el también criminalista David Abrahamsen, autor de los capitales títulos: "Mind and Death of a Genius", "Our Violent Society" y "The Murdering Mind", entre otros ha señalado en sus estudios la correlación entre violencia y errores verbales u ortográficos. Abrahamsen que ha estudiado la mentalidad de los principales asesinos norteamericanos señala que estos errores (onomatopeyosis) son síntomas que podrían utilizarse para detectar a las personas violentas y potencialmente homicidas)


JUGUEMOS AL DESCUARTIZADOR

Bueno, yo voy a colocar esta lámina y tú de acuerdo a lo que ves vas a intentar una historia ¿entiendes?
- Sí señor.
Muy bien, ¿qué ves? Cuéntame.
















-Bueno: Yo veo a un señor mayor que está operando...
¿A quién?
- Vamos a decir que a un muchacho. Al muchacho que está primero...
¿Qué ha hecho el muchacho?
- Nada. Puede estar enfermo y lo están operando.
Pero ¿Y si no está enfermo el muchacho, por qué le hacen eso?
- Entonces el señor que corta está loco...
¿Es un demente?
- Lógico.
¿Y por qué está loco?
¡Qué sé yo señor!
¿Y qué hay qué hacer con ese loco?
- Tratarlo.
¿Suavemente?¿Por qué no hacerle lo mismo?
- Bueno quizás hacerle lo mismo, aunque yo pienso que...
¿No habría que hacerlo sufrir rico? Tan rico como...
- No sé señor, la verdad es que no lo entiendo a usted.
¿No ves que lo está haciendo sufrir...? Dime...
- Ese señor está cometiendo algo así, el muchacho debe estar sufriendo y el señor gozando con su dolor ¿No cree?
Entonces: ¿Qué hay que hacerle a él?
-Bueno pues: Lo que la justicia mande. ¿No?
La justicia no va a determinar nada ¿Qué hacemos con él?
- Bueno, la verdad es que yo no sé.
¡Qué sufra rico!
- No sé, usted dirá...
¿Qué harías tú para que él sufra igualito como ha hecho sufrir?
- No sé, ya le he dicho que yo soy cristiano.



LA VENGANZA DE LA SOCIEDAD

¿Qué profesión crees que tiene el descuartizador?
- ¿El descuartizador? puede ser un médico, un..., no sé.
¿Qué opinas de lo que ha hecho el descuartizador?¿Tú podrías...?
- Creo que es un horror. Yo soy incapaz...
¿Quién crees que podría hacerlo, entonces?
- Un enfermo podría hacerlo.
¿Por qué crees que ese tipo mata? Imagínate algo.
- Aparte de su enfermedad, parece que es un reto que tiene con la policía. Para probar su habilidad.
¿El matar lo hará feliz?
- Sí, lo puede hacer feliz.
A ver: ¿Cómo explicarías tú la actuación de ese asesino?
- Tiene que tener una frustración: su mamá no lo habrá querido o algo así..., es de una mentalidad rara.
¿Se puede curar?
- Es imposible. Pero mejor no se habla de esto, porque primero tiene que encontrarlo.
¿Qué harías con él?
- Encerrarlo.
¿Cómo llegaríamos a él?
- Por los medios de difusión... la TV..., la radio.
¿Cuándo crees que vas a morir?
- ¡¿Ah?!... No lo entiendo...
¿Cuándo crees que vas a morir? Imagínate una fecha
- ¿cómo? Bueno..., el 16 de julio de 1991...
¿De qué vas a morir?
- No sé, uno no sabe...
¿Por violencia?¿Cómo te gustaría morir?
- No le entiendo bien... bueno, no sé, por enfermedad..., muerte natural.
¿Sin sufrir?
- Sí, sin sufrir.
¿Y los que mataste? ellos si sufrieron ¿No?
- ¡Ay señor! Usted vuelve a lo mismo. Sí, pobrecitos, ellos sí sufrieron, sí sufrieron.
¿Sabes qué profesión tengo?
- No sé, alguna debe tener.
¿Sabes...? : tú eres un ser despiadado...
- ¿Por qué me hablas así?
Estamos haciendo un experimento... Tú quieres vengarte de la sociedad ¿No?
- ¿Yo?¿Vengarme de la sociedad?
¡Sí...! pero aquí acaba tu carrera... ¿Me tienes miedo?
- No.
Bueno, obedece, ven para aquí...
- Sí señor...
Arrodíllate..., así, así... Tiéndete en el suelo.
- Señor: ¿qué quiere hacer conmigo...?
Un experimento, no es doloroso... voltea la cabeza, no te muevas...
- ¡Señor..., señor...!
Así, no te muevas..., no te muevas, ¡no te muevas, asesino! ¡asesino..., asesino! ¡Ya no matarás a nadie asesino...! ¡Maldito...ditoooooo!















El victimario - víctima, frente a un test psicológico mortal.















Díaz Balbín fué sometido a la llamada "terapia desnuda" del psicólogo Mario Poggi.















Mario Poggi, horas después de haber cometido el asesinato















La revista CARETAS fue testigo de los test a los que fue sometido Díaz Balbín.















Díaz Balbín construyendo una figura humana con plastilina















Las figuras de Díaz Balbín, extrañamente carecían de extremidades.
















El último interrogatorio de un hombre duro y controvertido.
















última fotografía de Díaz Balbín y su victimario, horas después el psicólogo lo estrangularía.