O mais grande do mundo...!!! (Ayrton Senna)

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Dicen que los hérores y las grandes hazañas son sólo de los cómics, de los dibujos animados de la TV, o del cine, que crean superhombres de carne y hueso ficticios. Cuán equivocadas están estas afirmaciones, porque siempre habrán momentos parafraseando a Hörderlin, que los dioses se compadecen de estos seres inferiores que somos los humanos y nos envían a uno de sus hijos predilectos para alegrarnos la vida. Por eso muchas veces cuando ese entelequia está entre nosotros lo ignoramos o también muchas veces lo convertimos en ícono.

Y un caso curioso, en muchos de estos ídolos, grandes músicos, poetas, políticos, pintores o deportistas, su imagen se ve realzada y hasta mitificada con su prematura desaparición, cuando la muerte, ese señero y miserable demonio nos lo arrebata. Por eso nosotros los simples mortales los convertimos en seres de adoración y culto. Estos semi dioses son los que marcan el ritmo de la historia, unas veces nos alegran, otras nos entristecen con su arte, con su música, con sus escritos, con sus discursos, con sus proezas deportivas.

Uno de estos últimos súper héroes, no del mundo cómic ni del cine, un súper héroe de carne y hueso, alguien que respiró este mismo oxígeno contaminado, que soportó la estupidez humana; un ser que fue mandado a alegrarnos nuestros días fue el gran Ayrton Senna, un enviado que bajó para perdurar, para grabarlo en la memoria por la retina de nuestros ojos, circuito tras circuito. Él fue el campeón de la Fórmula Uno, él fue y será por y para siempre el número uno.





















Cómo poder cambiar esa maldita mañana donde chocaste, todavía recuerdo las imágenes y la voz de Kike Pérez "Chocó Senna... es el auto de Senna" y después la noticia cayó como flecha certera y envenenada al centro del corazón: "Murió Senna... murió Ayrton Senna..." repetía el locutor, entonces un tropel de imágenes desfilaron por mi mente, mientras la tristeza me alcanzaba al más hondo vacío: Senna sonriendo en el podio bañándose de Champagne, Senna en su auto levantando la bandera de Brasil, Senna Campeón... pero la vida es tan ajena de nosotros a pesar de vivirla a diario, se asemeja muchas veces a la sonrisa de una mujer: es irónica, contradictoria, traicionera, falsa.

Ayrton Senna Da Silva nació el 21 de marzo de 1960. Debutó en el Grand Prix de Brasil, corrido en Jacarepaguá (Río) a la edad de 24 años, una mañana del 25 de marzo de 1984 conduciendo un Toleman/Hart; carrera que no concluyó ya que abandonó en la quinta vuelta. Pero la historia dice que esa derrota marcaba el inicio de 10 años de triunfos casi imposibles de creer. Ese mismo año corriendo su quinto GP, en Mónaco casi ganaba bajo la lluvia torrencial, Jackie Ickx fungía como director de la prueba y al estallar la tormenta paró la prueba cuando Ayrton con su modesto Toleman había superado a Prost. Sin embargo la clasificación de la carrera se tomó con la vuelta anterior y Prost era el ganador con 7" sobre Senna. En ese mismo GP de Mónaco hizo su primera vuelta más rápida en carrera y tras ese resultado ya nadie dudaba de su talento. Aquél año llevó el número 19 e hizo un total de 13 puntos, quedando noveno; el puntaje y el puesto más bajo de toda su carrera aumovilística.

Su performance, temple, valentía y sobre todo la manera tan salvajemente genial de conducir le permitió que la escudería de Lotus/Renault se fijaran en él. 1985 el segundo año del gran Ayrton Senna en la F1, su número el 12 llevaba los famosos colores negro, rojo y oro de JPS (John Player Special), La anécdota: El circuito semipermanente Spa-Francorchamps (Bélgica) uno de los circuitos más fastuosos del tour mundial de la F1 era donde Ayrton se sentía más cómodo, era su favorito, allí había conseguido su segunda victoria de su carrera (su primer gran triunfo en la F1 fue en el GP de Portugal el 21 de abril de 1985, en su segunda participación en un Lotus/Renault) la hoy famosa y acertadísima telemetría estaba recién en sus inicios y era el primer año que Senna trabajaba con el hombre fuerte de los motores Renault en la F1, Bernard Dudot. El viernes tras la primera tanda de clasificación, Ayrton le pidió a Dudot hablar un momento con él, la reunión duró cerca de una hora, pero para Dudot fue la charla de toda su vida, Senna se puso a describirle detalladamente y al milímetro al Francés el comportamiento de su auto en una vuelta al circuito. Le iba indicando con lujo de detalles el trabajo de su motor en cada porción del circuito: a qué revoluciones giraba, la presión del turbo y hasta una idea de la temperatura del motor ¡...!

Una hora después cuando el equipo de técnicos, mecánicos y asistentes de Renault analizaba los resultados que había arrojado la telemetría, comprobaron que eran exactos a los descritos por Senna. Hasta ahora Dudot sostiene que ha sido el único piloto con tal perceptividad para describir el funcionamiento de un motor. Ayrton ganó el GP de Spa ese año y luego ganó otras cuatro veces en forma ininterrumpida (88, 89, 90, 91) en el 85 también hizo la pole en Mónaco y lideró durante 13 vueltas. Terminó cuarto en la clasificación general de ese año con dos victorias y 38 puntos.

1986, sigue creciendo el mito. Ese año Piquet y Mansell conducían los carros de la Williams/Honda y Prost el McLauren/Porsche, Ayrton les hacía la pelea de igual a igual, a pesar de conducir el Lotus, un auto de menor potencia. Otra anécdota: En ese tiempo la comunicación radial entre el piloto y el box (lugar donde se cambian los neumáticos y se abastece el auto) aún no funcionaban con la perfección de ahora. Por ello Senna había elaborado con sus mecánicos un código secreto de señas para indicar el tipo de neumáticos que necesitaba al entrar en boxes si el sistema de radio fallara. Los gestos utilizados eran diversos; movía las manos, se tocaba el hombro, el casco, un dedo, dos, tres, en fin. Ayrton Senna venía adelante y al pasar por su stand hizo los gestos para el cambio de neumáticos en la vuelta siguiente y el ingeniero de Lotus de esa época, Gerard Ducarouge, ordenó a los mecánicos preparar los neumáticos indicados por Ayrton, pero lo que no se había acordado mediante las seás era la manera de enmendar un error de elección, pues está vez Ayrton se había equivocado y necesitaba otros neumáticos y revertir la indicación a su box; usar la radio era imposible, pero como era puntero y era muy probable que las cámaras lo estuviesen siguiendo por la transmisión en directo, hizo repetidas veces el signo de los neumáticos que realmente requería y cuando llegó a su box su Team lo esperaba con los neumáticos correctos. Senna ganó esa carrera en Detroit dejando atrás el Ligier de Jacques Laffite y el McLaren de Alain Prost. Ese año fue tercero en Mónaco y cuarto en la clasificación general de la F1 con dos victorias y 58 puntos.

El circuito de mayor importancia en obtener una pole, si se quiere ganar, es el de Mónaco por lo difícil y casi imposible que resulta pasar. El notable Ayrton Senna fue el Rey de Mónaco en donde ganó 6 veces (87, 89, 90, 91, 92, 93). Una de las particularidades del garoto era la de ser el más rápido en las clasificaciones y consiguió 65 poles. En total partió en 87 ocasiones desde la primera fila e hizo en 13 la pole. Llegó 41 veces primero, 23 veces segundo, 16 tercero, 7 cuarto, 6 quinto, 3 sexto; obtuvo 614 puntos, totalizando 80 podios y 96 carreras en los puntos.

En 1987 fue tercero con dos victorias y 57 puntos. El año 1988 cambia de escudería, La McLaren/Honda lo contrata y ese mismo año se convierte por primera vez en Campeón Mundial de Fórmula 1, con ocho victorias y 94 puntos.

En 1989 para el GP de Mónaco la tensión entre los coequipers en McLaren, Prost - Senna, era fuerte ya que en el GP anterior de San Marino, Senna pasó a Prost en la segunda partida a pesar de haber convenido en que Prost debía de salir adelante. La última tanda clasificatoria estaba de candela, la posición de cuerda (o sea, salir primero) significaba el 60% de la victoria en este circuito.

El jueves, el brasilero había hecho 1'24,126'' y Prost el sábado en la mañana 1'23,879''. En la serie clasificatoria definitiva Senna hixo 1'23,529'' pero todavía no se sentía seguro de haberse liberado del francés, así que retornó a boxes, pidió algunos retoques en la carga aerodinámica de su McLaren y calzó su segundo juego de neumáticos, Alain Prost rasguñaba algunas décimas y se acercaba al tiempo de Ayrton que esperaba dentro de su auto, como un león enjaulado, ante la señal de Ron Dennis de que la pista estaba con poco tráfico salió el carro número uno para asegurar su pole y así gran parte de la carrera. Tras dar dos vueltas de calentamiento, Ayrton se lanzó al límite en busca de sentir la sensación de una gacela cuando corre, de sentir la adrenalina por su sangre correr y dejar que el viento acaricie su auto, aquella fue una vuelta solitaria de ensueño, Senna deja todo su arte sobre la pista. El V10 Honda gemía rails pasaba a milímetros y el tiempo pareció detenerse, tras pasar por la meta el extraordinario Ayrton había conseguido dar la vuelta en 1'22,308'' una pole posición inobjetable. El mundo se rendía a su pies.

Maldito San Marino.

El hijo mimado de la Fórmula 1, el hombre que soñó volar corriendo en un auto, el hacedor de momentos históricos del automovilismo el inigualable tricampeón mundial (89,91,92) corrió su última carrera una mañana del primero de mayo de 1994 cuando tenía 34 años y 40 días en Ímola, GP de San Marino (donde los años 88,89 y 91 había ganado). En la quinta vuelta al pasar por la trágica curva de Tamburello la barra de cirección del auto de Senna se parte y el auto se sale de la pista y choca contra el muro, la telemetría reveló que el brasilero soltó el acelerador en un 40% 0,8 segundos antes del choque y 0,6 segundos antes soltó totalmente el pie del acelerador. Venía a 310 Km/h y al momento del choque contra el muro el Williams tenía una velocidad de 210 Km/h según los expertos el choque tuvo un ángulo favorable, Ayrton hubiera salido caminando pensando en la siguiente carrera si es que ese brazo de la suspensión delantera no se hubiese estrellado como un misil contra su casco. Ayrton Senna da Silva dejó de existir en el hospital Maggiore de Boloña a las 18:40 del 1º de mayo de 1994, aunque en realidad ya había partido a otro mundo desde las 14:17.

Cómo olvidar esos GP cuando con mi hermano mirábamos emocionados y haciendo fuerza para ver ganador al "garoto de oro" y verlo flamear la bandera de Brasil. Cómo olvidar aquellos grandes triunfos como los de España 86, Canadá y Japón 88, Alemania 89, Brasil 91 y 93, Mónaco 92, Donington, Japón y Australia 93 o aquel 94 el año que le robaron su cuarto título, serán inolvidables. El tan ansiado quinto campeonato para igualar a Fangio y su paso por Ferrari serán para nunca jamás. Hoy le doy la razón a mi hermano cuando viene de visita con sus hijos y su esposa y en la Tv se corre algún GP: "La Fórmula Uno murió con Senna, jamás habrá otro Senna. Él era único". Y sí, tiene razón, ni el alemánMichael Schumacher y su Ferrari, ni el escocés David Coulthard, ni el Finlandés Mika Hakkinen y sus casi invencibles McLaren pudieron igualar al gran Senna, quizás sean más rápidos, pero en CALIDAD y TALENTO ¡JAMÁS! eso es privilegio de unos cuantos; por eso Ayrton Senna era y será O mais grande do mundo.


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