Te amo, aunque ignore tu nombre y tu rostro.

Emergí de la oscuridad sin ti,
esperando a oscuras una mirada
cada día ha sido sombras,
Si hubiera una luz
que iluminara mi pecado
y me llevara a ti,
sin temor moriría.
En la primavera,
la tierra verde me traiciona
el sol vigoroso me enseña la hipocresía
contigo en mi corazón
cada instante es tortura
y mientras repaso tus viejas cartas
y ahora y por fin aunque no existas
te respondo:
Yo también te amo.