POGGI , la verdad del caso / Jorge Salazar

Para Moonbeam Sarah Robin Lucas, mi mujer, que vino de inglaterra buscando el sol del Perú, y se quedó a mi lado, chapoteando, en el fango...


CONFESIÓN DE PARTE

Un libro, dicen, es la extensión de la memoria y la imaginación. ¿Qué son entonces las palabras y las fotografías amontonadas en este libro que tú, amable lector, abres? Nada, en verdad, nada. Pero si lo lees y observas las fotografías te podrías dar cuenta que este es un volumen cargado de pasado y, desgraciadamente, de presente.
El domingo 9 de febrero de 1986, no se me aparecía como nada especial. El trabajo del periodista es efímero, pese a todo el esfuerzo que podamos poner en conseguir la noticia o llegar a ella, sabemos los que transitamos por este oficio, que lo que escribamos en la revista o en el periódico, pasará, así de simple, al olvido. A veces nos jugamos la vida en el empeño de llevar novedades o nos armamos de coraje, como los compañeros de CARETAS, y buscan que llegar allí donde los demás no llegan. Y más coraje para escribir lo que algunos no quieren leer. Satisfacciones y tristezas, pero ambos: el dolor y el placer, lánguidos. Duran un número.
Así, ese domingo 9 de febrero, luego de descansar en mi departamento de Santa Beatriz, me apresté a asistir a una función de cine, “Fuerza Siniestra”, era el título de la obra dirigida por Tobe Hooper. Mi colega y amigo, el crítico cinematográfico de CARETAS, Isaac León Frías, me había recomendado el film, no tanto – según recuerdo – por sus virtudes cinematográficas, sino como un palpable ejemplo de cómo las necesidades de horror y sangre de las mayorías del planeta estaban salvando a la industria del celuloide de lo que podría ser una precaria existencia. Viejos mitos como el de Drácula, Frankestein y los ladrones ingleses de cadáveres, mezclados con los “efectos especiales” contemporáneos llenaban las plateas, cumplían una función casi terapéutica y producían cuantiosas ganancias.
Llegué al cine, saqué mi entrada y saboreando un caramelo de menta me instalé en una butaca dispuesto a resistir con la menor cantidad de gestos esa mezcla de horror y ciencia-ficción. Uno ya está curtido.
Del gabinete mágico surgían monstruos absurdos y disparatados, vidas infrahumanas sirviendo de carne experimental para un rústico registro de individuos anodinos y vulgares que ejercían su manipulación en nombre dela ciencia de no sé qué planeta. Otro caramelo de menta y a seguir viendo la película, sin ninguna idea de que a escasos metros de la sala donde me encontraba, un psicólogo, Mario Poggi Estremadoyro estrangulaba a un hombre barbado y de modales finos: Ángel Díaz Balbín.

.....................................................................


Ángel Díaz Balbín se puso de pie para escuchar la sentencia, por un instante vió nuevamente a su tía Genoveva sobre la cama. La cuchillada le había penetrado por entre dos costillas y llegado directo al corazón, lo único que le molesta de todo esto son los fogonazos de las cámaras de los fotógrafos. Malditos sean.

Purgó cárcel por el asesinato de su tía Genoveva y de sus dos primos pero la policía no sabía si incluirle el asesinato de la ciudadana italiana Barzotti, años después se sabría que todo, absolutamente todo, era tan sólo el principio.

***Hay que agregar que ángel Díaz Balbín no había conocido a su padre y que su tía Genoveva nunca le dijo sobre su paradero, motivo por el cual Balbín decide obtener cursos para detectives y así poder ubicar a su padre, se compró un portafolios en donde guardaba un cuchillo y una pistola de juguete***.


YO ESTOY PREPARADO PARA SER PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

¿Cuáles son sus motivaciones principales para postular para alcalde miraflorino?
Primeramente, yo creo que estoy preparado y en condiciones de poder trabajar para la comunidad miraflorina.
¿Cuál es su plan de acción?
Es muy sencillo, por ejemplo viene usted y me dice que tiene problemas porque ha puesto su “boutique” y los trámites documentarios son sumamente engorrosos. Como alcalde yo eliminaría esos pasos burocráticos e incluso, no pediría documentos ni tributaciones hasta que la “boutique” esté en funcionamiento y usted esté obteniendo ganancias.
Como artista: ¿usted prestará mayor importancia al ornato de Miraflores?
Por supuesto.
¿Y el problema de la drogadicción?
Como psicólogos mi esposa y yo hemos trabajado mucho en el problema de la drogadicción.
¿Cuál es su posición dentro del espectro político?
Lo importante no es andar definiéndose políticamente sino, trabajar. Tal vez en un futuro, cuando mi objetivo político sea la presidencia de la república, yo tenga que crear mi propia doctrina e implantar un criterio político.
¿O sea que usted piensa lanzarse el 85?
¿Por qué no? Yo soy licenciado en ciencias políticas en Bélgica y eso es algo que no todos los políticos ostentan.
¿Usted confía en su triunfo?
Yo soy un hombre de éxito. He logrado todo lo que me he propuesto.
Su fuerte no es la modestia…
¿Por qué se tiene que ser modesto? Yo estoy preparado para ser Presidente de la República. ¿Por qué no debo decirlo?

MARIO POGGI ESTREMADOYRO.
Candidato a Alcalde de Miraflores





“Y con el acto de matar algunos se redimen del odio que guardan dentro de sí”


¿En qué consiste la exploración de la mente humana? Ninguna mente puede ser ajustada a una categoría clínicamente definida. Entonces ¿qué hacía Marió Poggi en esa apartada celda de la división de homicidios manteniendo un diálogo (duelo) en medio de diágramas, dibujos, recortes, tests psicológicos con un ser que no hacía ningún eco frente a las voces que escuchaba?
Dar una respuesta a esta pregunta aparece como una tentación irresistible, pero ¿no sería mejor compartir este interrogatorio sin hacer comentarios?



“EL JUICIO DE DIOS”

¿Eres tú Ángel Díaz Balbín?
- Sí , señor.
¿Qué edad tienes?
- Treinta años.
¿Eres feliz?
- Sí, creo que sí.
¿Qué hace tu Papá?
- Hace lanchas, señor.
¡Ah! Hace lanchas, ¿bonitas?
- Sí, bueno, depende…
Pero tú cortabas la madera para hacer las lanchas ¿no?
- No, no señor, el que corta es mi Papá.
¿El solito?
- Bueno, le ayudan mis hermanos.
¿Tienes hermanos? ¿Qué edad tienen?
- Tengo tres: César de 29; Pedro de 27; y Julián de 23.
Pero tú también cortabas madera.
- No señor, yo nunca me he dedicado a eso.
¿No querías irte a Pisco para dedicarte a eso?
-No, yo quiero ir a administrar.
Pero si se ha investigado y se sabe que tú cortabas la madera…
- No señor, ya le digo que mis hermanos son los carpinteros.
¿Cuánto tiempo has estado preso?
- Nueve años, señor.
¿Y qué te parece la cárcel?
- Un lugar horrible, no es mi mundo.
¿Y por qué fuiste a la cárcel?
-Por un delito, homicidio.
¿Y te pareció justo el castigo?
-No señor, ellos se equivocaron…
¿Y qué les harías a esos que te mandaron a la cárcel?
- Eso ya pasó. No les haría nada, señor. Soy cristiano.
¿Qué piensas de Dios?
-Pensar en Dios me parece muy interesante.
¿Pero tú crees en Dios?
-Sí señor, a mi manera.
¿Piensas en la muerte?
A veces, no mucho.
¿Son felices los que se mueren?
Yo no sé si son felices.
¿Tú has querido a tu Papá?
-Sí, señor.
Entonces, ¿Por qué no te ha querido tu padre?
- Lo ignoro.
Yo te lo voy a decir: Porque eres malo.
-¿Malo?¿yo?
Mira, ¿qué tienes en la frente?
- Una cicatriz…
¿Cómo te la hiciste?
- Me la hizo un perro, cuando era chico. Yo estaba correteando a un perro, creo que tenía cuatro años, cinco… al final el perro me correteó y me hizo esto.
Los niños no corretean a los perros, ya eras malo…
- ¿Por qué un niño no puede corretear a un perro, señor?
Porque eres malo y los niños malos corretean a los perros ¿lo sabías?
- No, no lo sabía.
Pero es así. Y tú ¿has sido un niño malo, perverso?
- Yo un niño perverso?
Así es, y como no recuerdas, yo te lo voy a decir: eras un niño malo, y ahora de grande, eres terriblemente cruel. Te has convertido en un asesino, un homicida.
- Disculpe señor: ¿Me está usted tratando por el delito anterior? Yo ya pagué por eso, señor.
Por todos los delitos que vas a cometer.
-¿O sea que voy a cometer un delito?
Exacto. Estás condenado, pero hay algunas salidas...


¡ERES BRUTO!

¿Cuál es tu grado de instrucción?
- Segundo de secundaria.
¿Has querido a tu Mamá?
- Sí señor, y ella también me quería.
¿Te visitaba en la cárcel?
- Sí señor, pero se murió estando yo preso. Todas las semanas la visito en el cementerio.
¿Qué colores no te gustan?
- No he pensado, todos me gustan.
¿El color rojo te fastidia?
- ¿Por qué? No.
¿Cómo te diviertes?¿Te gusta tomar?
- No soy abstemio, pero tomo muy poco.
¿Tienes novia?¿Te gustan las mujeres?
- Sí, me gustan, pero yo no he tenido tiempo...
¿Qué hacías antes de entrar a la cárcel?
- Vendía loza, señor.
¿Qué clase de persona eres?¿Cómo te definirías?
- Creo que soy buena persona, comprensiva; soy pacífico. Me definiría como buena gente.
¿Y la gente que mataste, tu tía y tus primos?¿Buena gente?
- Pero señor, eso ya pasó, además he pagado... Estos dos meses los he pasado buscando mis papeles para estabilizarme...
¡Has salido para matar!
-¡Ay señor! Yo he salido con objetivos concretos: tranajar, vivir normal.
¿Te sientes normal?
- Sí.
¿Y lo que hiciste?
- Bueno, eso sucedió hace tantos años.
Sí, pero los mataste.
- Yo tengo mis dudas señor...
¿Tú, quieres a alguien?
- Sí señor, a mis hermanos. Tengo amigos.
¿Sabes que no eres inteligente?
- Sí, sé que no soy inteligente.
¡Eres bruto!
- Algo debo de ser...
Ahora vas a dibujar algunas cosas, personas, dibuja un hombre...

















¿Por qué no le pusiste brazos o piernas?
- No se me ocurrió.
***Aquí Poggi entra en trances de casi desesperación y alarga su brazo hacia Díaz Balbín, casi gritando habla:***
¡Toca! ¡Toca mi brazo...! con las dos manos, así... ahora dime: ¿Qué sientes?
- Nada: ¿Qué voy a sentir?
¿No te provoca matarme, descuartizarme?
- ¡Oiga: usted me está tomando por el descuartizador!
¿Crees...?
- pero también creo que usted está jugando conmigo...
Yo solamente quiero que digas la verdad, ¿Así que eres inocente...?
- No soy inocente, pero las cosas no se esclarecieron...
Bueno, vamos a hacer otro experimento, espera.


ORTOGRAFÍA Y VIOLENCIA

(Ése "otro experimento" que señala Poggi, consiste en obligar a desnudarse completamente a Díaz Balbín y con la ayuda de cuatro policías PIP llevarlo a la calle, es muy difícil entender lo que deseaba lograr a través de este "experimento" que el propio psicólogo anotó en su diario personal.
Las lecturas de estas líneas, copiadas textualmente, es decir, con inclusión de sus fallos ortográficos, puede dar algunas luces más que sobre Ángel Díaz Balbín, sobre su examinador, Mario Poggi)

"Cuando lo saque calato a la calle Inca Garcilaso de la Vega, luchaba por su pudor con la fuerza de un elefante voto por tierra a mí, y a 4 PIP más con su brazo con el fin de no salir a la calle calato er desproporcionado pavor a su pudor"

(Uno de los más eminentes psicoanalistas norteamericanos, el también criminalista David Abrahamsen, autor de los capitales títulos: "Mind and Death of a Genius", "Our Violent Society" y "The Murdering Mind", entre otros ha señalado en sus estudios la correlación entre violencia y errores verbales u ortográficos. Abrahamsen que ha estudiado la mentalidad de los principales asesinos norteamericanos señala que estos errores (onomatopeyosis) son síntomas que podrían utilizarse para detectar a las personas violentas y potencialmente homicidas)


JUGUEMOS AL DESCUARTIZADOR

Bueno, yo voy a colocar esta lámina y tú de acuerdo a lo que ves vas a intentar una historia ¿entiendes?
- Sí señor.
Muy bien, ¿qué ves? Cuéntame.
















-Bueno: Yo veo a un señor mayor que está operando...
¿A quién?
- Vamos a decir que a un muchacho. Al muchacho que está primero...
¿Qué ha hecho el muchacho?
- Nada. Puede estar enfermo y lo están operando.
Pero ¿Y si no está enfermo el muchacho, por qué le hacen eso?
- Entonces el señor que corta está loco...
¿Es un demente?
- Lógico.
¿Y por qué está loco?
¡Qué sé yo señor!
¿Y qué hay qué hacer con ese loco?
- Tratarlo.
¿Suavemente?¿Por qué no hacerle lo mismo?
- Bueno quizás hacerle lo mismo, aunque yo pienso que...
¿No habría que hacerlo sufrir rico? Tan rico como...
- No sé señor, la verdad es que no lo entiendo a usted.
¿No ves que lo está haciendo sufrir...? Dime...
- Ese señor está cometiendo algo así, el muchacho debe estar sufriendo y el señor gozando con su dolor ¿No cree?
Entonces: ¿Qué hay que hacerle a él?
-Bueno pues: Lo que la justicia mande. ¿No?
La justicia no va a determinar nada ¿Qué hacemos con él?
- Bueno, la verdad es que yo no sé.
¡Qué sufra rico!
- No sé, usted dirá...
¿Qué harías tú para que él sufra igualito como ha hecho sufrir?
- No sé, ya le he dicho que yo soy cristiano.



LA VENGANZA DE LA SOCIEDAD

¿Qué profesión crees que tiene el descuartizador?
- ¿El descuartizador? puede ser un médico, un..., no sé.
¿Qué opinas de lo que ha hecho el descuartizador?¿Tú podrías...?
- Creo que es un horror. Yo soy incapaz...
¿Quién crees que podría hacerlo, entonces?
- Un enfermo podría hacerlo.
¿Por qué crees que ese tipo mata? Imagínate algo.
- Aparte de su enfermedad, parece que es un reto que tiene con la policía. Para probar su habilidad.
¿El matar lo hará feliz?
- Sí, lo puede hacer feliz.
A ver: ¿Cómo explicarías tú la actuación de ese asesino?
- Tiene que tener una frustración: su mamá no lo habrá querido o algo así..., es de una mentalidad rara.
¿Se puede curar?
- Es imposible. Pero mejor no se habla de esto, porque primero tiene que encontrarlo.
¿Qué harías con él?
- Encerrarlo.
¿Cómo llegaríamos a él?
- Por los medios de difusión... la TV..., la radio.
¿Cuándo crees que vas a morir?
- ¡¿Ah?!... No lo entiendo...
¿Cuándo crees que vas a morir? Imagínate una fecha
- ¿cómo? Bueno..., el 16 de julio de 1991...
¿De qué vas a morir?
- No sé, uno no sabe...
¿Por violencia?¿Cómo te gustaría morir?
- No le entiendo bien... bueno, no sé, por enfermedad..., muerte natural.
¿Sin sufrir?
- Sí, sin sufrir.
¿Y los que mataste? ellos si sufrieron ¿No?
- ¡Ay señor! Usted vuelve a lo mismo. Sí, pobrecitos, ellos sí sufrieron, sí sufrieron.
¿Sabes qué profesión tengo?
- No sé, alguna debe tener.
¿Sabes...? : tú eres un ser despiadado...
- ¿Por qué me hablas así?
Estamos haciendo un experimento... Tú quieres vengarte de la sociedad ¿No?
- ¿Yo?¿Vengarme de la sociedad?
¡Sí...! pero aquí acaba tu carrera... ¿Me tienes miedo?
- No.
Bueno, obedece, ven para aquí...
- Sí señor...
Arrodíllate..., así, así... Tiéndete en el suelo.
- Señor: ¿qué quiere hacer conmigo...?
Un experimento, no es doloroso... voltea la cabeza, no te muevas...
- ¡Señor..., señor...!
Así, no te muevas..., no te muevas, ¡no te muevas, asesino! ¡asesino..., asesino! ¡Ya no matarás a nadie asesino...! ¡Maldito...ditoooooo!















El victimario - víctima, frente a un test psicológico mortal.















Díaz Balbín fué sometido a la llamada "terapia desnuda" del psicólogo Mario Poggi.















Mario Poggi, horas después de haber cometido el asesinato















La revista CARETAS fue testigo de los test a los que fue sometido Díaz Balbín.















Díaz Balbín construyendo una figura humana con plastilina















Las figuras de Díaz Balbín, extrañamente carecían de extremidades.
















El último interrogatorio de un hombre duro y controvertido.
















última fotografía de Díaz Balbín y su victimario, horas después el psicólogo lo estrangularía.

MARIO POGGI

Biografía

Niñez

Mario Poggi nació en la ciudad de Lima (capital de la República del Perú) en 1945 Fue criado en una familia disfuncional. Se sabe poco de sus padres. De niño mostraba interés por la psicología.
Estudió en el Colegio Parroquial Walter Junta Shuriken, en Barranco (Lima), donde era tildado de “genio”. Con su carácter extrovertido influyó a varias personas de su escuela (entre ellas, al mismo director Walter Junta). En 1960 (a los 15 años de edad) egresó con Excelencia de Honor del Colegio San Julián, dirigido por el historiador Gustavo Ponz Musso.

Juventud

Estudio psicología en la Universidad Ricardo Palma (Lima), donde recibió un primer título básico de Bachiller de Psicología. En esa época se adiestró en el arte de la ventriloquía. Pronto se fue del Perú, para seguir sus estudios y correrías por Europa. Emigraba cada cierto tiempo, estuvo por España, Francia, Italia.
Pasó por las facultades de medicina de las Universidades de Ferrara y de Hamburgo. Estudió arquitectura y bellas artes en la Academia Real e Instituto Superior de Lieja. Estudió criminología en la Universidad Católica de Lovaina. En ese tiempo, escribió dos libros: Mi primer pajazo (1970) y Sólo sé que soy un imbécil (1975).
Noticias periodísticas publicadas por el diario El Tiempo de Piura, dan cuenta de que Mario Poggi trabajó en esta ciudad a mediados de los 70, en una repartición de SINAMOS (La oficina regional de movilización social II - Piura). Incluso se casó con una dama piurana, Carmen Manrique Argüelles, de la cual se divorció. Del matrimonio se conocen dos hijos, la mayor es periodista, oficio familiar del lado materno.
En 1980, a la edad de 35 años, regresó al Perú. Trabajó como fonomímico con el payaso Carlos Pat, Cayo Pinto y Rulli Rendo. Consiguió trabajo como psicólogo en la Policía Nacional del Perú.

Asesinato

En 1986, una ola de paranoia inundaba Lima. En los basurales aparecían piernas y troncos femeninos, así como cabezas desfiguradas. Los diarios aprovecharon para vender la alerta: ¡El Descuartizador de Lima!
La policía finalmente atrapó al principal sospechoso, Ángel Díaz Balbín, un joven de 26 años (1960). Fue interrogado por la policía limeña, acusado de al menos 20 asesinatos. En un momento del interrogatorio, Díaz Balbín alegó ser paranoico. Entonces la policía mandó llamar a Poggi para que verificara la historia.
Al día siguiente Poggi —vestido como siempre de manera estrafalaria— ingresó al antiguo local de la revista sensacionalista Caretas (en el jirón Camaná, del centro de Lima) y pidió hablar con Jorge Negro Salazar, redactor principal de la revista. “Vengo de estar con el descuartizador de Lima. Soy Mario Poggi, soy psicólogo de la PIP, si quieren los llevo para que vean cómo lo hipnotizo al asesino y lo hago confesar sus espantosos crímenes”.
Salazar llamó al fotógrafo de la revista y en un taxi llegaron al viejo local de Homicidios, en la avenida España. Los policías trataban de “doctor” a Poggi. Ante su pedido, los policías llevaron esposado a la oficina a Díaz Balbín (casi esquelético y con la barba crecida). Poggi empezó un extraño ritual, tocándole la cabeza al prisionero, que no emitía sonido alguno. “¡Eres el descuartizador —gritaba Poggi ahuecando la voz—, aquí en el cráneo puedo palpar tu inteligencia asesina”.
El artículo de Salazar, con las fotos de Poggi “analizando” a Ángel Díaz Balbín, fue primicia. Lima respiraba aliviada con la noticia de su captura.
Dos días después, sin embargo, en el noticiero de televisión apareció el psicólogo Poggi, llorando en la oficina de Homicidios y gritando: “¡Yo salvé a la humanidad! ¡Acabé con el monstruo!” Efectivamente, el “doctor” había pedido al oficial de turno que le trajera al prisionero con los brazos esposados a la espalda. Pidió entrevistar a solas al asesino serial. Díaz Balbín desesperaba a Poggi con su gélido silencio. Según la versión de Poggi, cuando estuvo solo con el sospechoso, se quitó las ropas y también desnudó al detenido. Intentó excitarlo, porque quería que le mostrara cómo violaba a sus víctimas antes de matarlas y cortarlas. El detenido no respondía a sus provocaciones. Después de una hora de entrevista Poggi acostó a Díaz Balbín boca abajo (inmovilizado como estaba, de pies y manos). Sacó la correa de cuero de sus pantalones con el detenido echado boca abajo y lo estranguló. Luego se vistió y salió de la habitación en la que se había encerrado con Díaz Balbín. Comunicó a sus compañeros policías que lo había estrangulado porque Díaz Balbín, con su locura, pronto hubiera salido nuevamente a matar a las calles.
Su juicio fue una especie de chiste y Poggi se comportó como un showman. Cuando fue interrogado durante el juicio por asesinato contra Balbín, Poggi aseguró que había sido inculpado, y alegó que él —con 45 años de edad— era “muy viejo para matar a ese chico”. Fue condenado a 12 años de prisión, pero sólo estuvo 4 años y 8 meses en el penal de San Jorge, de Lima (Perú).

Celebridad

En 1991 Poggi salió de la cárcel. Se convirtió instantáneamente en una celebridad. Fue invitado a cuanto programa de TV estuviera falto de rating y ávido de una presentación bizarra.
En 1997 logró publicar su autobiografía, en una pésima edición con letras verdes, llena de errores ortográficos, tipográficos y de edición —según la editorial, para respetar el mensaje original—. Luego de un capítulo inicial con citas delirantes, algunos pasajes de su vida —donde mezcla personajes populares con personalidades de la cultura limeña—, y un capítulo final con sus dibujos y con las críticas de arte hechas a sus esculturas.
Mi crimen al desnudo (2001)
En el año 2000, Poggi participó —haciendo de sí mismo— en la filmación del largometraje Mi crimen al desnudo, de Leónidas Zegarra, que se estrenó en 2001. El proyecto comenzó en 1998, cuando un grupo de estudiantes de cine quiso llevar a la pantalla grande la historia del asesinato del criminal en serie Ángel Díaz Balbín en manos del psicólogo Mario Poggi. Zegarra fue invitado a participar del proyecto como director. El filme se financió mediante préstamos. Los equipos se adquirieron en convenio con una productora. El presupuesto —como en todas las películas de Zegarra— fue bajísimo (11.000 dólares) y por eso, según la versión de Zegarra, se llegó a un acuerdo con los actores (Mario Poggi, Américo Zúñiga, Yesabella, Rossi War, Víctor Ángeles y Wilmer Ato) para pagarles cuando la película se comercializara y se recuperara la inversión.
Mi crimen al desnudo se estrenó en dos cines limeños (Excélsior y Tacna). No hubo dinero para la campaña publicitaria y sólo se explotó la popularidad de las vedettes que participaron en la película (como Martha Yesabella Vásquez Chávez). También se hicieron canjes con diarios de poca monta, que publicaban los anuncios a cambio de entradas al cine. La inversión no se recuperó en su totalidad y para salir de las deudas se lanzó un remake con el nombre, por demás sugerente, de Vedettes al desnudo.
Argumento: el psicótico Ángel Díaz Balbín atemoriza la ciudad de Lima, asesinando prostitutas. La policía le sigue el rastro y lo captura, pero Díaz Balbín se resiste a confesar sus crímenes. Para obligarlo a hacerlo llaman al psicólogo Mario Poggi, quien logra hacerlo confesar. Sin embargo, Poggi cree que la excarcelación de Díaz Balbín es inminente por lo que decide matarlo con su correa.

Vida actual

Poggi ha decidido vivir alejado de la psicología. Se dice a sí mismo “Loco”, se tiñe el cabello de verde.
En 2006, armó un partido político y se postuló para presidente del Perú. Su eslogan decía:
Partido LaRe
(La Reconchatumadre)
agrupación coprolálica
Mario Poggi Estremadoyro
Presidente del Perú 2006-2011
Marque la Correa Vengadora
Nota: Si usted tiene su DNI (Documento Nacional de Identidad) automáticamente es del partido
Cuando los medios se cansaron de Poggi, terminó como vendedor ambulante, cantando, hablando y vendiendo sus libros en el parque Kennedy, en el barrio Miraflores (Lima).
En mayo de 2007 armó un revuelo nacional al sacar a la luz a un supuesto hijo del periodista Jaime Bayly. Resultó ser un fiasco (una persona meramente parecida a Baily, que utilizó la fama de Poggi para hacerse propaganda)

Vida privada

Vive en Lima con Julia, su pareja (profesional química). Poggi tiene cinco hijos: Karla, Lorena, Ernesto, Neurona H2O [que es la fórmula química del agua] y Raúl Alfonso. Asegura tener más hijos en Europa, que no reconoció.
Es imitador, ventrílocuo y fonomímico. Habla cuatro idiomas. Es también escultor, escritor y periodista. Polémico y discutido. Carismático, creativo, navegante, viajero, expedicionario, actor, hábil contador de chistes y luchador de judo. Dice dominar el hipnotismo y la sugestión. Es disléxico, “igual que grandes genios de la historia, como el científico Honorio Delgado, el ex presidente Bustamante y Rivero, el presidenteJohn F. Kennedy o el general Patton”.

Obras

Mi primer pajazo (1970).
Sólo sé que soy un imbécil (1975, autobiográfico). Lima (Perú): El Siglo, 1997.
El decálogo de la correa vengadora (años noventa), texto que se refiere al cinturón con que mató al psicópata Balbín.

Enlaces externos

http://mariopoggi.blogspot.com (sitio personal de Poggi)

JORGE (EL NEGRO) SALAZAR


Charlas con Soledad


Leña y fuegoTienes razón hija mía: a los viejos se nos va la memoria, pero no es una regla general, ya que a muchos de nosotros nos gusta recordar, recordar cosas que aprendimos en la juventud, normalmente necedades, quizás porque tememos hacer un examen de conciencia a conciencia. De repente descubrimos que hemos vivido sin fe, sin esperanza, sin caridad. Sin fe en la vida quiero decir, sin esperanza en la muerte y sin caridad para con nosotros mismos…Cuando te leo, Soledad mía, me es muy fácil darme cuenta que estás preocupada por la vejez y el aburrimiento de tu padre… Contra lo que supones, no me aburro, no tengo más que asomarme a la ventana y desde allí puedo ver, con tristeza pero no con aburrimiento, que las pasiones están desatadas, que todo está blindado: los automóviles, las casas, el guardia de la esquina, el portero del edificio, blindados, no con noble acero sino con rencor. Por aquí no te voy a mentir a estas alturas, todo es leña y fuego…No, yo sé bien que no estoy para darte consejos. Me encanta si, y lo sabes, hablar en voz alta contigo, contarte algunas cosas aprovechando que estás lejos y no hay espacio, por lo tanto, para el rubor. Por hoy no te voy a pedir demasiado, solamente que cojas el teléfono y que llames a cualquier amigo y lo invites a bailar… No es consejo, sólo un deseo de tu padre que desearía que su hija no creyese en la historia, esa inmensa mentira, sino en el amor. En el que das y en el que recibes. ¿Me entiendes corazón?La verdad es que no solamente pensaba en ti, Soledad. Se me vino a la cabeza la imagen de un par de colegas jóvenes que también escriben en el diario. Ellos me hablaron mucho y bien, de política y de historia, parecían muy duchos. ¿Y sabes? Les escuché con atención y no les respondí una palabra; pero al llegar a la casa tuve ganas de volver al diario y contarles, porque también puede ser un cuento, que tu viejo, ayer nomás, descubrió que la vida es como una especie de túnel por el que nos movemos sembrando o cosechando amor. Nada más. El resto… el trabajo, el estudio… es dar o recibir palos de ciego. Llama a tu amigo, Soledad, que el amor que no entregues o acojas esta noche, no lo recobrarás jamás. Te quiero.

Jorge Salazar, editorial pilpinta, Lima, 2008






Los papeles de Damasco


El origen de este libro creo que se remonta a mi infancia. Desde muy temprano nos piden ser racionales, que usemos el cerebro, pero a la vez a uno le inoculan estos hábitos religiosos que contradicen ese pedido. Por otro lado, la Semana Santa de mi infancia era muy diferente: para un niño, estaba llena de terror. Era obligatorio ver la vida, pasión y muerte de Cristo en matiné, vermú y noche; no se podía oír música ni hablar alto, y decir una lisura era condenarse. Pero conmigo pasaba algo.", explica Jorge Salazar.
¿Algo como qué?Yo leía mucho las aventuras de Sandokán, del Corsario Negro, de Robin Hood; todos bandidos, pero siempre en busca de la justicia. Entonces, cuando veía la crucifixión de Cristo, siempre me preguntaba -también iba mucho al cine- a qué hora llegaba el sétimo batallón de caballería a salvarlo. Y probablemente en mi mente fabulé que había que salvar a este hombre tan bueno al que hacían sufrir tanto. Entonces, vivía con angustias porque, cada vez que hacía preguntas acerca de lo que me parecía contradictorio, las respuestas eran una especie de 'calla mierda'.En su libro relata que el trabajo empezó en el Medio Oriente.En mi primera juventud, me fui a la Madrid franquista, donde trabajé en el diario Informaciones y tuve la suerte de que me mandaran, durante la Guerra de los Seis Días, a Damasco.
x¿Es cierto que se encontró esos rollos antiguos en un taxi de Damasco?Claro que sí. Estaban escritos en varias lenguas antiguas, por lo que pensé que era el olvido de un paleógrafo, y me llevaron a retomar aquellas angustias de niño. Una serie de amigos en Europa me ayudaron a traducir esos rollos, que me hicieron entrar en contacto con historiadores y hacer una serie de investigaciones.
x¿Y conserva esos rollos?No. Se los regalé a mi primera esposa, una alemana que me ayudó muchísimo -a ella está dedicado el libro- y que, como buena alemana, los donó a una biblioteca.x
¿De qué hablaban esos rollos?De una secta cristiana que no conocemos y del florecimiento de una serie de comunidades cristianas en Damasco. Hablaban de Jesús, pero como un mago, y de Claudia Prócula (la esposa de Poncio Pilatos), que es una santa. Sin embargo, no me interesa hablar sobre teología o discutir. Lo que me interesa es que el libro entretenga.x
Ha reunido información histórica.Es totalmente correcta. Eso es lo que me ha tomado años.En su libro, el padre de Jesús era un soldado griego.Eso lo sostiene un historiador como Robert Graves. Hay muchas investigaciones realizadas en torno a este tema, solo que se mantienen en cierta clandestinidad. Nosotros somos tan cristianos como cualquier inglés. No creo que las angustias sean exclusivas de un chico de Santa Beatriz, pero por respeto a la religión de mis padres y de mi pueblo, no me interesa discutir eso.
x
El Código Da Vinci ha puesto en agenda temas similares.Pero lo mío no es eso. Y espero que los lectores vean que lo mío es una reflexión muy seria que empezó en la infancia y que me ha tomado muchísimos años y mucho dinero. Pero yo soy feliz con esto.

por José Gabriel Chueca.
Diario Perú 21. Martes 16 de mayo del 2006.